30 de noviembre de 2010

Siendo parte

Como hombre no son pocas las veces que siento que no llego. Más si me sumerjo en la corriente de la vida, tomándola tal y como se me presenta y dejando que se exprese a través de mi ... renunciando al papel de creador que en ocasiones me otorgo, puedo llegar a sentir una paz extraordinaria por el hecho sencillo, de ser parte de algo mucho más amplio, que mi propia conciencia.

29 de noviembre de 2010

Espirales descendentes

A menudo caía en los mismos lugares, de los que quería salir. Formando así una serie interminable de círculos que se rodeaban a sí mismos sin fin, dejando un surco en mi alma tan profundo, como estrecho, del que apenas podía llegar a pensar que fuera capaz de salir algún día.
De pronto, un buen día dejé de percibir, estos círculos como obsesivamente recurrentes y comprendí que cada vez que retornaba por el mismo lugar, un poco de conciencia nueva iba poniendo ... y entonces nació una espiral en mi alma que descendía en círculos cada vez menores y que poco a poco me iban señalando, cual era mi camino si perseveraba y no confundía los círculos obsesivos, con las espirales descendentes.

26 de noviembre de 2010

Trocear lo que está unido


A menudo tratando de paliar alguna parcela personal, dañamos la totalidad de lo que somos. Aparentemente no hay razón para no atender aquella, salvo si el resultado global es la falta de sentido o el vacío vital.

Olvidarnos de que toda parte está relacionada de algún modo con la totalidad, a la que afecta y condiciona, es pretender trocear las necesidades personales, como si estas no repercutirán en la configuración de lo que somos como una totalidad.

Creo que uno debe ir hacia la integración de sus necesidades y no hacia la atención fraccionada de las mismas. Es decir que si ignoramos por ejemplo, nuestra parte espiritual y nos centramos en la sexualidad, podemos en esa desatención a la totalidad (cómo se afectan mutuamente espiritualidad y sexualidad) caer en el vacío. De forma similar si atendemos solo a lo espiritual y nos olvidamos de lo material, caeremos en la falta de arraigo, que de nuevo daña nuestra totalidad.

Al final creo que uno de los retos para ser feliz, es atendernos como totalidades y no trocear lo que en realidad está unido, que es lo que somos.

Corazones Exiliados

"Lentamente en mi corazón se va imponiendo la creencia, de que cuando uno es capaz de escuchar como late este de verdad y lo acoge con el respeto de saber que no podemos gobernarlo (tan solo escucharlo y darle salida), entonces a pesar de la adversidad de aquello que señale nuestro maltrecho corazón, este sabrá encontrar la forma de unirse a la corriente de la vida. Es decir que si uno duda de sí mismo, pero persevera en la búsqueda de su verdad y trata de dar salida a lo que es esta, antes o después, encuentra la confianza y la fe que le faltaron en otro momento y sin más desde esa confianza ... se une a la corriente de la vida con sus penas y alegrías, sin pretender que sean otra cosa".

17 de noviembre de 2010

13 de noviembre de 2010

3 de noviembre de 2010