26 de noviembre de 2010

Corazones Exiliados

"Lentamente en mi corazón se va imponiendo la creencia, de que cuando uno es capaz de escuchar como late este de verdad y lo acoge con el respeto de saber que no podemos gobernarlo (tan solo escucharlo y darle salida), entonces a pesar de la adversidad de aquello que señale nuestro maltrecho corazón, este sabrá encontrar la forma de unirse a la corriente de la vida. Es decir que si uno duda de sí mismo, pero persevera en la búsqueda de su verdad y trata de dar salida a lo que es esta, antes o después, encuentra la confianza y la fe que le faltaron en otro momento y sin más desde esa confianza ... se une a la corriente de la vida con sus penas y alegrías, sin pretender que sean otra cosa".

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