25 de diciembre de 2010

Preservan la vida, pero no la generan


Hoy en día, algunos hombres están buscando formas nuevas de expresar su masculinidad. Son hombres, que como dice R. Bly "preservan la vida, pero no la generan", a los que les falta energía y que no se sienten plenamente vivos, porque han tratado de adoptar una de las dos versiones más comunes de traducir la masculinidad, en el proceso de convertirse en hombres.









Los hombres se creyeron más hombres, en la medida que eran menos sensibles, más duros o menos emocionales, lo que dió lugar a hombres muy alejados de su parte más humana y cálida. Se podría decir que vivieron para luchar. La mujer era su protegida a cambio de no cuestionarle.









Frente a estos, la mujer empezó a demandar a hombres más sensibles, emocionales y receptivos, donde pudieran darse relaciones de mayor igualdad. El movimiento feminista, dió lugar al nacimiento de estos hombres. Y estos no supieron hacer la transición y confundieron, la firmeza con la hostilidad y acabaron cayendo en la debilidad.









Nos encontramos así con dos perfiles de hombres que están agotados de no poder expresar su masculinidad, de una forma que les permita sentirse plenamente vivos y libres. Unos porque caen en el aislamiento, en su afán de no depender de nadie y de no mostrar debilidad alguna, otros porque no saben decidir qué les conviene, pues ser firmes, les parece caer en la hostilidad anterior.









Algunos hombres, estan en camino, tratando de descubrir cómo pueden preservar la vida y crearla, para poder encontrar un camino que les acerque a la plenitud.

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