
Es fácil colocar el centro de gravedad emocional fuera, quizá hasta sea necesario, como parte del camino, pero inevitablemente antes o después, uno debe soltarse y adueñarse de él. Crecer en este sentido, sería no salvar a nadie, no buscar atajos y no llenarse de movimiento sin sentido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario