
Es cierto que para ser, uno tiene que encontrar el camino de poder materializar lo que es y para ello es preciso un otro, pero no es lo mismo, buscar un otro para expresarme, que hacerlo para no perderme.
La convivencia con este espacio, ausente de paredes, urge ser llenado, pues es angustiosa la sensación de no tener contención alguna. Esto podría explicar porqué tantos hombres dan por buenas, las pequeñas habitaciones que habitan, aterrados de dejar de poder tocar con los dedos estas y de sentir que sin ellas se pueden extraviar.
Y cierto es que sin estas, uno siente lo primero que está perdiendo el juicio, las referencias, la cordura, el sentido de la realidad ... y sin embargo si uno puede quedarse el tiempo suficiente ahí, para saberse y reconocerse, poco a poco se va alumbrando algo que permanece oculto de otro modo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario