31 de diciembre de 2011

... la busqueda del sentido ...

Es la misma falta de sentido, la que anhela encontrar un sentido o un propósito al vivir. Nada que sienta que ES, puede preguntarse por la existencia o no del sentido. Nada que no sienta que es parcial o temporal puede dudar.



Esta falsa identidad con el SER, donde me encajo en la percepción parcial o en la idea de que soy en la medida que fuí, conduce a la búsqueda de un sentido o un propósito, pues su misma parcialidad, aunque ignorada, nos deja inacabados, incompletos y carentes de sentido.


Es la misma ignorancia de lo que somos, a pesar de la presunción de saberlo, que nos deja un poso de inquietud, donde la mente encuentra tierra fértil desde donde se expanden las preguntas.



No creo que sea esta búsqueda un logro del hombre, sino una muestra de su desconocimiento de lo que ES. No creo realmente que exista una conquista en respuesta alguna, porque la pregunta ya está mal formulada, al serlo desde la presunción de que la parte es el todo y desde el desconocer la totalidad.


No creo que exista un propósito en sí mismo, o al menos, no desde el ser menor con que me identifico, que no deja de ser un amasijo de roles y pertenencias, que la mente se ocupó de unificar y condesar.



Es la misma búsqueda la prueba del fracaso en encontrar al SER y haberlo confundido con el soy. Y creo que el SER no puede ser encontrado, sino experimentado.




... entonces las preguntas de nuevo se apagan.




Madrid, 31 de diciembre de 2.011

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